Este grito que marca el inicio de juegos y pruebas por doquier, resuena ya estos días por todos los rincones del campamento. Nervios hay pero sin duda es más la expectación de volver a ver el campa con chicos y chicas corriendo y jugando.
Va a ser sin duda un verano diferente aún y como buenos jugadores tendremos que adaptarnos a las reglas de transición a la recuperación definitiva de la normalidad, y lo haremos con el mejor espíritu y animados por el estímulo arrollador de la diversión y de la amistad retomadas.
Y todo ello fieles a nuestra manera de entender la educación, el ocio, la infancia y la juventud y esas cosas de la vida en general. Los juegos y los deportes nos enseñan que no hay nada peor que dejarte llevar por el juego del adversario, ni nada más productivo que jugar tu propio juego: este es el único con el que puedes salir a ganar y el único que podemos mejorar para jugar cada día un poquito mejor , aunque no siempre quedemos los primeros.
Gracias por haber compartido este año nuestras reflexiones sobre el juego. Ahora toca salir a jugar de verdad.
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