Entre los años 3.200 y 3.000 a.C. se produjeron en la larga cuenca del Nilo de más de mil kilómetros, el final de algunas guerras y la puesta en marcha de un acertado sistema administrativo, todo lo cual permite que pueda empezar a hablarse de un Estado Egipcio.
Los territorios unificados del norte y del sur, el Bajo y el Alto Egipto, tendrán un primer rey de la Primera Dinastía, el faraón Menes, y se establecerá una capital en territorios de la región de Menfis: Muro Blanco.
Durante las dinastías I y II los excedentes procedentes de la agricultura empiezan a permitir que florezcan oficios y artesanos dedicados solo a su profesión, todo ello gracias a otro gran invento: los impuestos.
No Comments