El diseño del cartel anunciador de un festejo, celebración o acontecimiento es siempre una responsabilidad muy grande. Dice mucho de quien convoca, de sus intereses, de su estilo de trabajo, de la respuesta que espera de su público y del cariño que le tiene.
El cartel tiene que meternos en aquello a lo que nos llama. El del carnaval tiene que ser alegre, colorido, simpático, y por ser una fiesta de los sentidos podría incluso evocar sonidos y hasta olores y sabores cuando uno se sumerge de verdad en él.
Como hay muchos carnavales y todos se parecen, el cartel tiene que hablar del lugar en el que ocurre el evento y resaltar lo que hace distinta esta fiesta allí, no sea que alguno se equivoque y vaya al carnaval equivocado.
En pocos días estará también en la calle el cartel de nuestros campamentos, que es obra del artista a César Manzano, y nos contará en una sola imagen que nuestro verano carnavalesco promete ser único, divertido, emocionante, ¡y que no te lo puedes perder! Como yo ya lo he visto os aseguro que está muy chulo.
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